FORTALECER VACUNACIÓN
Cooperación OPS/OMS deja capacidades instaladas para el control de fiebre amarilla en territorios de alto riesgo
La colaboración internacional ha permitido ampliar vacunación, robustecer la vigilancia y optimizar el manejo clínico en los territorios más afectados
Martes, 09 de diciembre de 2025, a las 18:47
La OPS/OMS ha suministrado reactivos e insumos esenciales para garantizar la continuidad del diagnóstico molecular.
|
Redacción. Bogotá
La Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) ha apoyado de manera directa la respuesta nacional frente al
brote de fiebre amarilla declarado por el Ministerio de Salud y Protección Social el 16 de abril de 2025. Ante la
expansión del virus a nuevas zonas, con mayor mortalidad y aumento de casos en Tolima, Putumayo, Meta, Caldas, Cauca y Guaviare, la Organización ha articulado esfuerzos multisectoriales para fortalecer vacunación, vigilancia epidemiológica, diagnóstico, control vectorial y manejo clínico.
Uno de los pilares de la respuesta fue la adquisición y despliegue
de 1,3 millones de dosis adicionales de la vacuna contra la fiebre amarilla, junto con equipos de cadena de frío y apoyo logístico al Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI).
La OPS/OMS también ha acompañado la capacitación de vacunadores, epidemiólogos y equipos responsables de farmacovigilancia, reforzando la identificación y validación de ESAVI en campo.
Para mejorar la identificación de señales de alerta, la Organización apoyó
procesos de formación intensiva a agentes comunitarios, vigías y gestores. Además, ha brindado soporte técnico al fortalecimiento del sistema de alertas tempranas, investigaciones de casos y vigilancia de epizootias, componente clave para anticipar riesgos en zonas endémicas.
Laboratorio y entomología: insumos para diagnóstico oportuno
La OPS/OMS ha suministrado reactivos e insumos esenciales para
garantizar la continuidad del diagnóstico molecular. Asimismo, fortaleció capacidades en entomología, captura de vectores y entomovirología, generando evidencia crítica para la evaluación del riesgo y la toma de decisiones.
Con el liderazgo del Ministerio de Salud y el INS, se desarrollaron
nueve talleres de capacitación en manejo integrado de vectores, control químico, calibración de equipos e identificación de insecticidas. En total, 314 funcionarios de programas ETV y laboratorios departamentales fueron formados en intervención y control para brotes en sus territorios.
El trabajo conjunto entre entidades de salud, autoridades ambientales, Parques Nacionales y demás sectores gubernamentales permitió fortalecer la detección de epizootias, mejorar la comunicación del riesgo y avanzar en la construcción de la nueva
Guía Nacional de Vigilancia de Epizootias en Primates No Humanos, instrumento clave para futuras emergencias zoonóticas.
La OPS/OMS ha impulsado una estrategia multicanal que incluyó materiales educativos, capacitaciones a personal de salud, escucha social, campañas radiales, perifoneo y muralismo comunitario. Se ha fortalecido la
Red de Vigías de la Salud, integrada por más de 6.500 líderes, y se desarrollaron herramientas pedagógicas como una novela gráfica adaptada al entorno cultural de las comunidades rurales.
La Organización ha acompañado al Ministerio en la implementación del lineamiento actualizado de manejo clínico de fiebre amarilla. Se formaron cuatro facilitadores nacionales, se capacitaron especialistas de centros de referencia y se elaboraron herramientas para personal de primer nivel y equipos básicos. Además, se ha
capacitado a 1.459 profesionales en Misión Médica y se entregaron emblemas y equipos de identificación para garantizar la protección del talento humano en zonas de riesgo.
La respuesta articulada entre el Gobierno nacional, las entidades territoriales y la OPS/OMS ha permitido
contener la transmisión, ampliar coberturas de vacunación, reforzar las capacidades territoriales y dejar instalados insumos técnicos y operativos para enfrentar futuras emergencias.
El abordaje integral, desde la inmunización y la vigilancia hasta el manejo clínico y la gestión comunitaria, ha evidenciado la importancia de la cooperación internacional para la seguridad sanitaria del país.