Edición Médica

El evento se llevó a cabo en el Hotel Dann Carlton, con la presencia de varias autoridades sanitarias.

Redacción. Bogotá
Cali ha sido el escenario para que expertos ponentes de diferentes países y de las principales ciudades de Colombia compartan sus conocimientos sobre la actualidad de la salud mental a nivel internacional, así como las experiencias positivas para hacer frente al aumento de trastornos, violencias y consumo de sustancias psicoactivas, todas relacionadas con el bienestar emocional de los seres humanos.
 
El encuentro ha sido organizado por la Secretaría de Salud Pública Distrital (a través de su programa tejiendo Sueños) y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). En su apertura, la representante de la autoridad sanitaria, Miyerlandi Torres Agredo, ha dado a conocer el avance de su programa Tejiendo Sueños, parte de la Política Pública de Salud Mental.
 
“La salud mental y, especialmente, los trastornos asociados a este tema son una realidad en la que deben estar puestos los ojos de todos los países del mundo, sobre todo porque es nuestra población joven y adolescente la más afectada”, ha precisado Torres.
 
Asimismo, la funcionaria se ha referido a las cifras planteadas por la OMS que, en 2019 registró alrededor de 1.000 millones con algún trastorno mental. “Los suicidios representaron, según la misma OMS, una muerte por cada 100 personas y el 58 por ciento de ellos sucedió en personas menores de 50 años”, ha explicado Torres Agredo.
 
Por otro lado, la secretaría de Salud ha expresado la importancia de abordar este tema, ante una realidad que afecta, principalmente, a la población joven y adolescente y con causas como las violencias, el consumo de sustancias psicoactivas y la estigmatización al cuidado de la salud mental.
 
“Es necesario seguir uniendo esfuerzos para trabajar de manera más ardua en la prevención y en la atención. Este encuentro fue la oportunidad para conocer experiencias exitosas, intercambiar saberes y sobre todo fortalecer alianzas para afrontar de manera más eficiente todos los retos que conlleva el abordaje de la salud mental desde el fomento de nuevos compromisos y la adopción de medidas más eficaces para la atención de la población”, ha argumentado Torres.
 
El impacto de la pandemia, violencia y consumo de sustancias psicoactivas
 
Con respecto al impacto de la pandemia de COVID-19, la violencia y el consumo problemático de sustancias psicoactivas en el bienestar mental, Leonardo García, consultor nacional para la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), ha expuesto en el más reciente informe de salud mental de la OMS, las áreas que se deberán trabajar para reducir las afecciones.
 
“El informe mundial de salud mental de la OMS básicamente nos dice que es fundamental seguir fortaleciendo las acciones que reduzcan el estigma hacia la salud mental y mejoren el acceso a los servicios de salud. Hay múltiples factores asociados a la salud mental, que pueden ser de riesgo o protectores. Los de riesgo son aquellos que aumentan la probabilidad de sufrir una problemática de salud mental, los de protección los que las reducen”, ha señalado García.
 
De igual forma, el psicólogo ha señalado que los factores de riesgo pueden ser individuales, familiares, estructurales o comunitarios y que depende de cómo se relacionen estos factores que haya una problemática de salud mental. “Como los problemas son multisectoriales, las soluciones también deben serlo y deben salir de las clínicas, llegar a las escuelas, a las familias, a los barrios”, ha recalcado.
 
Reflexión final para el bienestar emocional del país
 
Por su parte, Carlos Mario Perea, doctor en estudios latinoamericanos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha hecho una invitación a reflexionar sobre la violencia que permea las ciudades y que no está directamente relacionada con el conflicto armado y cómo constituye un factor de riesgo para el bienestar emocional.
 
“El conflicto armado ha provocado fracturas trascendentales de este país y toda clase de victimizaciones, pero es necesario que vayamos más allá del conflicto armado, porque se nos ha convertido en el atajo con el que explicamos las violencias en las ciudades”, ha acotado Perea.

Para el experto, “la experiencia violenta está mucho más metida en nosotros, en nuestras representaciones simbólicas. En las ciudades el conflicto armado es muy bajo, pero las violencias son muy altas. ¿Qué pasa en las ciudades para que las violencias estén tan arraigadas?, eso es lo que debemos preguntarnos si queremos extirpar esas dinámicas y buscar una salud mental más provechosa”.
 
Finalmente, representantes del Ministerio de Salud, la Comisión de la Verdad, USAID, la ONG Save The Children, OMI Migración, la Asociación Colombiana de Psiquiatría, la Comisión Interamericana de Control de Drogas (CICAD) y la Línea 106 de Atención de Medellín han ratificado la importancia de poner en la agenda la temática y su abordaje.

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