Edición Médica

El reto será evitar traumatismos en un sistema ya tensionado por la crisis financiera y operativa.

Redacción. Bogotá
En medio de un escenario crítico para el sistema de salud colombiano, Nueva EPS ha anunciado la activación de un plan de contingencia para garantizar la continuidad en la dispensación de medicamentos a sus afiliados, tras la salida de Colsubsidio como gestor farmacéutico en varios territorios del país.
 
Según ha informado la entidad, la entrega de medicamentos será asumida por una nueva red de operadores conformada por Cafam, Medic, Discolmets, Audifarma, Farmedicall y Tododrogas, quienes tendrán a su cargo la dispensación en 11 departamentos donde se concentran cerca de 1.642.000 afiliados. Entre los territorios priorizados se encuentran Cundinamarca–Bogotá, Antioquia–Medellín, Valle del Cauca, Boyacá, Tolima, Huila, Quindío y Casanare, entre otros.
 
La aseguradora ha señalado que los nuevos gestores farmacéuticos ya iniciaron la habilitación gradual de puntos de dispensación y que, de ser necesario, se abrirán nuevas sedes para responder a la demanda. Las direcciones, horarios y modalidades de entrega serán informadas una vez finalicen los procesos contractuales.
 
Desde Nueva EPS se insiste en que la prioridad es proteger el derecho fundamental a la salud y evitar interrupciones en los tratamientos, especialmente en pacientes con enfermedades crónicas que dependen de una entrega continua de medicamentos.
 
Un cambio operativo en un sistema bajo presión
 
El anuncio se produce en un contexto especialmente sensible para el sistema farmacéutico y asegurador del país. La transición entre gestores ocurre mientras persisten alertas sobre la capacidad operativa y financiera de las EPS intervenidas, las deudas con la red prestadora y los riesgos de desabastecimiento, especialmente en el ámbito ambulatorio.
 
El proceso no está exento de retos. Cambios en la red de dispensación suelen traducirse en ajustes administrativos, reorientación de pacientes y aumento de la carga operativa en los servicios asistenciales, particularmente cuando no existe claridad inmediata sobre puntos de entrega y tiempos de respuesta.
 
Aunque Nueva EPS ha asegurado que esta reorganización busca fortalecer el sistema farmacéutico, hacerlo más sostenible y evitar la dependencia de un solo gestor, expertos advierten que la efectividad de la medida dependerá de la capacidad real de los nuevos operadores para absorber el volumen de usuarios sin generar cuellos de botella.
 
Seguimiento clínico y continuidad terapéutica, claves del proceso
 
Bajo la dirección del agente interventor, Luis Óscar Galves Mateus, la entidad ha afirmado que mantendrá un monitoreo permanente para minimizar el impacto de la transición y garantizar que los tratamientos no se interrumpan. No obstante, en un sistema que enfrenta problemas estructurales de financiación y gestión, el éxito del plan dependerá tanto de la coordinación logística como del flujo oportuno de recursos.
 
Para médicos, enfermeras y equipos asistenciales, la recomendación es mantener una comunicación activa con los pacientes, verificar los nuevos canales de dispensación y documentar cualquier interrupción en el acceso a medicamentos, especialmente en patologías de alto riesgo clínico.
 
La redefinición de gestores farmacéuticos en Nueva EPS se convierte así en una prueba más para un sistema de salud que busca sostener la atención en medio de una crisis prolongada, donde cada transición operativa tiene impacto directo en la práctica clínica y en la seguridad del paciente.

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