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Martes, 16 de diciembre de 2025
17:40
Colombia | Ecuador
Salud Pública
PROGRAMAS DE VIGILANCIA
Autoridades sanitarias alertan por cocirculación de influenza A y riesgo de introducción de nuevos subclados
MinSalud e INS recomiendan fortalecer la vacunación en grupos de riesgo y la capacidad de respuesta de los servicios de salud
Martes, 16 de diciembre de 2025, a las 14:39

Colombia se prepara ante un escenario de cocirculación viral.


Redacción. Bogotá
La influenza continúa circulando de manera sostenida en Colombia, con presencia anual de los virus A(H1N1), A(H3N2) e influenza B. De acuerdo con el Ministerio de Salud y Protección Social y el Instituto Nacional de Salud (INS), el comportamiento reciente evidencia un escenario de cocirculación de los subtipos A(H1N1) y A(H3N2), lo que exige una respuesta oportuna desde los servicios de salud y los programas de vigilancia epidemiológica.
 
Los datos históricos muestran variaciones en el predominio de los subtipos. En 2019, la influenza A(H3N2) presentó una circulación elevada (12,8 por ciento), superior a A(H1N1) (8,7 por ciento). Sin embargo, en 2023, la circulación de A(H3N2) descendió de manera marcada (0,2 por ciento), con predominio de A(H1N1). En 2024, ambos subtipos se acercaron nuevamente en positividad (A(H3N2): 4,9 por ciento; A(H1N1): 5,9 por ciento) y, en 2025, hasta la semana epidemiológica 48, mantienen proporciones similares (4,9 y 4,4 por ciento, respectivamente).
 
Este comportamiento confirma un patrón esperado para el país, que por su ubicación en la subregión Andina presenta circulación de influenza durante todo el año, con picos estacionales asociados a variaciones climáticas. A ello se suma la alta movilidad de viajeros y la conectividad con países del hemisferio norte y sur, factores que facilitan la introducción y persistencia de distintos subtipos virales.
 
Alerta internacional y riesgo de introducción del subclado K
 
Aunque en Suramérica no se ha detectado el subclado K (J.2.4.1) de influenza A(H3N2), su rápida expansión en Europa y Norteamérica incrementa el riesgo de introducción en la región. En Europa, este subclado representa cerca de la mitad de los virus detectados entre mayo y noviembre de 2025, en una temporada que inició antes de lo habitual.
 
Las autoridades sanitarias internacionales han señalado que este subclado presenta cambios genéticos que lo diferencian de la cepa incluida en la vacuna 2025–2026, lo que podría favorecer su transmisión. Aunque no se ha documentado mayor gravedad clínica, históricamente las temporadas dominadas por A(H3N2) se asocian con un mayor impacto en adultos mayores, incluyendo incremento de hospitalizaciones. Países como el Reino Unido han adoptado medidas adicionales de control ante la alta transmisibilidad.
 
Recomendaciones para los servicios de salud
 
Ante este contexto, el Ministerio de Salud y el INS reiteran la necesidad de fortalecer la vigilancia virológica y genómica, así como de intensificar la vacunación contra influenza estacional, en concordancia con los lineamientos nacionales vigentes.
 
Se prioriza la vacunación en niños menores de 3 años, gestantes, adultos mayores de 60 años, talento humano en salud y personas con comorbilidades, incluyendo enfermedades pulmonares crónicas, cardiovasculares, renales, hepáticas, metabólicas, inmunosupresión, VIH y cáncer, así como familiares de niños con cáncer.
 
Adicional a ello, se recomienda reforzar las medidas de prevención no farmacológicas: lavado de manos en momentos clave, adecuada ventilación e iluminación de espacios cerrados, uso de tapabocas en personas sintomáticas, especialmente en contacto con población vulnerable, etiqueta respiratoria y aislamiento domiciliario ante cuadros de infección respiratoria aguda.
 
Las autoridades recuerdan que la influenza no es un resfriado común y puede generar complicaciones graves. Por ello, se insta al personal de salud a orientar a los pacientes sobre los signos de alarma, como dificultad respiratoria, cianosis, fiebre persistente, somnolencia o tos intensa, y a promover el acceso oportuno a los servicios de urgencias cuando sea necesario.
 
Finalmente, se ha enfatizado en la importancia de basar la información y las decisiones clínicas en fuentes oficiales, como el Ministerio de Salud, el INS y los lineamientos de la OMS/OPS, para evitar la desinformación y fortalecer la respuesta del sistema de salud frente a la influenza estacional.


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