Crisis de seguridad en el Catatumbo obliga a suspender traslados de pacientes y pone en riesgo la misión médica
El conflicto armado, en una de las zonas más vulnerables del país, también ha impulsado deserción del personal médico
Al momento, se han reportado 26 ataques contra la misión médica en Norte de Santander.
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Redacción. Bogotá
El Ministerio de Salud y Protección Social (MSPS) ha emitido una alerta urgente por los
recientes actos de violencia que afectan directamente la prestación de
servicios de salud en la
subregión del Catatumbo, Norte de Santander.
Según han indicado los reportes oficiales, grupos armados ilegales han
retenido ambulancias y amenazado de forma directa al personal del
Hospital Regional Emiro Quintero Cañizares en Ocaña, lo que llevó a la Empresa Social del Estado (E.S.E.) Noroccidental La Inmaculada Concepción de Ábrego a suspender los traslados de pacientes desde los municipios de Convención, San Pablo y Teorama.
Al respecto, el ministro de Salud,
Guillermo Alfonso Jaramillo, se ha pronunciado en un comunicado rechazando enfáticamente estos hechos, calificándolos como “una
grave infracción al Derecho Internacional Humanitario (DIH)” y subrayó que “atentar contra el personal de salud es atentar contra el derecho fundamental a la vida y la salud de las comunidades”.
La suspensión del despacho de ambulancias y la amenaza constante contra la misión médica agravan la ya crítica situación humanitaria en una región marcada por años de conflicto armado. Según la E.S.E. Noroccidental, varios
profesionales de la salud han manifestado su decisión de
abandonar la zona ante la falta de garantías para ejercer su labor de manera segura.
“Las órdenes impartidas por los actores armados ilegales, junto con amenazas proferidas el pasado 7 de junio, obligaron a paralizar los traslados.
No se reactivarán hasta que se restablezcan condiciones mínimas de seguridad”, ha manifestado la institución.
De acuerdo con la Defensoría del Pueblo, en Catatumbo, el conflicto entre el ELN y las disidencias de las FARC ha dejado un saldo de al menos 135 atentados en los primeros cinco meses de 2025, además de desplazamientos forzados y confinamientos masivos. La violencia no solo ha limitado el acceso a la atención médica, sino que también ha desencadenado una
alarmante deserción de talento humano en salud.
El Ministerio ha reiterado que la
resolución 4481 de 2012 protege a la misión médica como un componente neutral y humanitario, cuyo respeto es obligatorio incluso en contextos de guerra. El ministro ha advertido que, la interrupción de los traslados pone en
grave riesgo a pacientes con condiciones críticas que dependen de servicios hospitalarios de segundo y tercer nivel.
Desde el nivel central, el Ministerio de Salud ha hecho un llamado a todos los actores armados a
respetar la neutralidad sanitaria y a garantizar condiciones que permitan la continuidad del servicio. “La misión médica actúa bajo principios de humanidad, neutralidad e imparcialidad. Su protección es deber de todos”, ha puntualizado Jaramillo.
Este nuevo episodio de violencia evidencia la urgente necesidad de
articular esfuerzos entre el sector salud médico, los organismos humanitarios y las autoridades de orden público para proteger al personal y garantizar el acceso efectivo a los servicios en regiones afectadas por el conflicto armado.