DESARROLLO INFANTIL
El castigo corporal infantil, sin efectos positivos y con graves consecuencias, alerta informe de la OMS
En un nuevo informe, la organización recalca que el castigo corporal infantil sigue siendo una amenaza para la salud pública global
Etienne Krug, director del Departamento de Determinantes de la Salud, Promoción y Prevención de la OMS.
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Redacción. Bogotá
Un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado que el
castigo corporal infantil continúa siendo una práctica extendida en hogares y escuelas a nivel mundial, con
consecuencias graves y sostenidas para la salud física, mental y social de los niños.
Según ha indicado el documento
Castigo corporal infantil: su impacto en la salud pública, se estima que
1.200 millones de niños de 0 a 18 años
sufren algún tipo de castigo físico en sus hogares cada año. De ellos, un 17 por ciento experimenta formas severas como golpes en la cabeza, la cara o las orejas, así como castigos fuertes y repetidos.
La prevalencia varía significativamente entre países: mientras en Kazajistán el 30 por ciento de los padres reportan recurrir a estas prácticas, en naciones como Togo las cifras ascienden al 77 por ciento. En el ámbito escolar, la situación no es menos preocupante: cerca del
70 por ciento de los niños en África y Centroamérica son
castigados físicamente por docentes, en contraste con el 25 por ciento en la región del Pacífico Occidental.
De igual forma, el informe ha destacado que el
castigo corporal no genera beneficios conductuales y, por el contrario, provoca daños profundos:
-Biológicos: mayor reactividad de las hormonas del estrés y alteraciones en la estructura cerebral.
-Del desarrollo: niños expuestos tienen un 24 % menos de probabilidades de alcanzar un desarrollo normal en comparación con sus pares.
-Psicológicos: mayor riesgo de ansiedad, depresión, baja autoestima e inestabilidad emocional, con efectos persistentes hasta la edad adulta.
-Sociales: incremento de conductas agresivas, bajo rendimiento académico y, en la adultez, mayor probabilidad de conductas violentas o delictivas.
“Existe evidencia científica abrumadora de que el castigo corporal conlleva múltiples riesgos para la salud infantil.
No ofrece ningún beneficio ni para el desarrollo ni para la sociedad”, ha advertido
Etienne Krug, director del Departamento de Determinantes de la Salud, Promoción y Prevención de la OMS.
Factores de riesgo y prevención
Los
niños con discapacidad, aquellos cuyos padres
padecen problemas de Salud mental o consumo de sustancias, así como los que viven en entornos de pobreza o discriminación, enfrentan un riesgo mayor de sufrir estas prácticas.
Aunque más de 60 países han legislado contra el castigo corporal, la OMS subraya que
la prohibición legal es insuficiente si no se acompaña de programas de apoyo a padres, cuidadores y docentes. La organización propone fortalecer campañas de sensibilización, implementar estrategias de disciplina positiva y ampliar los mecanismos de protección infantil.
Actualmente, en el contexto local también persisten desafíos en la protección integral de la niñez y la reducción de la violencia intrafamiliar y escolar. Para los profesionales de la salud, este llamado de la OMS ha resaltado la necesidad de
integrar la prevención del castigo corporal en programas de salud pública, atención primaria, salud mental y promoción de entornos seguros para el desarrollo infantil.
La OMS ha concluido
que erradicar el castigo corporal no solo es un imperativo de derechos humanos, sino también una estrategia clave de salud pública para romper ciclos intergeneracionales de violencia.