Más del 40% de la población mundial vive con trastornos neurológicos, pero pocos países los priorizan en Salud pública	                            
	                            
	                                La falta de personal, recursos y planes nacionales impide responder de forma integral a las necesidades de la población	                            
		                        
	                        			                        	
	
		
			
				 
				
					Los trastornos neurológicos representan la principal causa de mala salud y discapacidad a nivel mundial. 
			 | 
		
	
Redacción. Bogotá
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado que, menos de un tercio de los países del mundo dispone de una política nacional para abordar los 
trastornos neurológicos, que actualmente afectan a más de 
3.000 millones de personas y causan más de 
11 millones de muertes anuales.
 
El 
Informe mundial sobre la situación de la neurología, presentado por la OMS, expone que las enfermedades neurológicas representan una de las mayores 
cargas globales de discapacidad y 
mortalidad, superando incluso a las cardiovasculares y oncológicas en algunos contextos. Sin embargo, la respuesta de los sistemas sanitarios sigue siendo insuficiente.
 
“Con más de una de cada tres personas en el mundo viviendo con afecciones que afectan el cerebro, debemos hacer todo lo posible para mejorar la atención médica que necesitan”, ha afirmado 
Jeremy Farrar, subdirector general de la OMS. “Muchas de estas enfermedades pueden prevenirse o tratarse eficazmente, pero 
los servicios siguen fuera del alcance de la mayoría, especialmente en zonas rurales y marginadas”.
 
Desigualdad en la atención neurológica
 
El informe revela una 
brecha crítica en la disponibilidad de especialistas: los países de bajos ingresos tienen hasta 82 veces menos neurólogos por cada 100.000 habitantes que las naciones de altos ingresos. En consecuencia, los diagnósticos y tratamientos oportunos son inaccesibles para millones de pacientes.
 
En 
Colombia, según datos del Ministerio de Salud, la mayoría de los 
servicios neurológicos se concentran en las principales ciudades, dejando amplias zonas rurales con cobertura limitada. La OMS advierte que esta tendencia se repite en la mayoría de los países de ingresos medios, donde la falta de personal, recursos y planes nacionales impide responder de forma integral a las necesidades de la población.
 
Además, solo el 
25 por ciento de los Estados Miembros incluye los 
trastornos neurológicos en sus paquetes de 
cobertura sanitaria universal. Servicios críticos como las unidades de ictus, la neurología pediátrica, la rehabilitación y los cuidados paliativos son escasos o inexistentes fuera de los entornos urbanos.
 
Una carga creciente y poco reconocida
 
Entre las 
diez principales causas de muerte y discapacidad neurológica se encuentran los accidentes cerebrovasculares, la encefalopatía neonatal, la migraña, la enfermedad de Alzheimer, la neuropatía diabética, la meningitis, la epilepsia idiopática, las complicaciones neurológicas por parto prematuro, los trastornos del espectro autista y los cánceres del sistema nervioso.
 
Pese a esta amplia prevalencia, solo 
63 países (32 por ciento) cuentan con políticas nacionales activas para atender estos trastornos, y apenas 
34 (18 por ciento) han asignado fondos específicos.
 
Una hoja de ruta para la acción
 
Ante este panorama, la OMS recordó que en 2022 los Estados Miembros adoptaron el 
Plan de acción mundial intersectorial sobre la epilepsia y otros trastornos neurológicos, que ofrece una guía para fortalecer la priorización de políticas, ampliar el acceso a servicios, mejorar los sistemas de datos y promover la salud cerebral desde una perspectiva integral.
 
El organismo insta a los gobiernos a:
	 
	-Priorizar los trastornos neurológicos mediante liderazgo político e inversión sostenida.
	 
	-Ampliar la cobertura sanitaria universal para garantizar atención oportuna y equitativa.
	 
	-Promover la Salud cerebral a lo largo de la vida mediante acciones intersectoriales.
	 
	-Fortalecer los sistemas de información y la investigación para la toma de decisiones basada en evidencia.
 
La OMS ha subrayado que, sin medidas urgentes, la 
carga de los trastornos neurológicos seguirá aumentando, profundizando las desigualdades sanitarias y comprometiendo los sistemas de salud a nivel global.