Informe de la OMS alerta sobre exclusión de países y poblaciones en estudios genómicos
Un nuevo análisis advierte sobre una concentración de estudios en países de altos ingresos y una limitada inclusión de poblaciones clave
. Más del 75 por ciento de los estudios se enfocan en adultos entre 18 y 64 años.
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Redacción. Bogotá
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado un análisis global sobre el uso de la genómica humana en la investigación clínica, que revisa más de tres décadas de estudios registrados entre 1990 y 2024. El informe
Tecnologías genómicas humanas en estudios clínicos: el panorama de la investigación, junto con un
panel interactivo de datos, ofrece la visión más completa hasta la fecha sobre la aplicación de estas tecnologías y pone en evidencia importantes
brechas de equidad e inclusión.
De acuerdo con el reporte, la investigación clínica genómica ha experimentado un crecimiento acelerado, especialmente desde 2010, con más de
6.500 estudios registrados a nivel mundial. Este avance ha sido impulsado por el desarrollo de tecnologías de secuenciación de nueva generación, la reducción de costos y la expansión de sus aplicaciones clínicas. Las áreas con mayor integración de la genómica son el cáncer y las enfermedades raras, donde estas herramientas han demostrado un alto valor diagnóstico y terapéutico.
No obstante, la OMS ha advertido sobre un marcado desequilibrio geográfico.
Más del 80 por ciento de los estudios clínicos genómicos se han realizado
en países de altos ingresos, mientras que menos del 5 por ciento corresponde a países de ingresos bajos y medianos (PIBM). En muchos casos, estos países participan únicamente como centros secundarios, debido a limitaciones en infraestructura, capacidad de secuenciación y recursos para investigación.
El análisis también ha revelado brechas demográficas relevantes. Más del 75 por ciento de los estudios se enfocan en adultos entre 18 y 64 años, mientras que la
población pediátrica representa apenas el 4,6 por ciento y los adultos mayores el 3,3 por ciento. Asimismo, las enfermedades transmisibles, que continúan siendo una prioridad de salud pública en múltiples regiones, están subrepresentadas, con solo el 3 % del total de estudios genómicos clínicos.
Para la OMS, estas asimetrías ponen en riesgo el potencial de la genómica como herramienta para reducir inequidades en salud. El informe ha subrayado la
necesidad de una investigación más inclusiva, geográficamente diversa y alineada con los contextos epidemiológicos locales, especialmente en regiones con mayor carga de enfermedad.
Entre las principales recomendaciones se han destacado el
aumento de la inversión en infraestructura genómica y capacidades de investigación en regiones subrepresentadas, una mayor inclusión de niños, adultos mayores y otros grupos históricamente excluidos, el fortalecimiento del liderazgo científico en los PIBM y una mejor articulación entre las agendas de investigación genómica y las necesidades de salud pública locales. Además, se enfatiza el compromiso con una aplicación ética, socialmente responsable y equitativa de estas tecnologías.
“Las tecnologías genómicas tienen un potencial extraordinario para transformar la salud. Sin embargo, si no se abordan de manera estratégica las disparidades identificadas, existe el riesgo de
profundizar desigualdades ya existentes”, ha indicado
Meg Doherty, directora del Departamento de Ciencias para la Salud de la OMS. La funcionaria reafirmó que la organización respaldará los esfuerzos orientados a garantizar que la investigación genómica refleje la diversidad de las poblaciones y responda a las prioridades sanitarias globales.
Por último, se ha hecho un llamado a
integrar la genómica clínica desde una perspectiva de equidad, fortaleciendo la investigación aplicada y la toma de decisiones basadas en evidencia que beneficien a todas las poblaciones, independientemente de su contexto geográfico o socioeconómico.