Edición Médica

Miguel Cote, coordinador de Salud Mental del Hospital Universitario Nacional.

Karen Juliete Rojas. Bogotá 
El estigma inherente a la esquizofrenia ha presentado una serie de consecuencias en términos de marginación social y desigualdad manifiesta en distintos ámbitos de la cotidianeidad. Como respuesta a esta preocupante dinámica, dos fechas han sido designadas como el Día Internacional de la Esquizofrenia: el 24 de mayo, seleccionado por la Organización Mundial de la Salud, y el 16 de agosto, respaldado por entidades conformadas por familiares de individuos afectados por esta entidad psicológica.
 
De ese modo, este 16 de agosto se ha previsto fomentar jornadas para fomentar una sensibilización en contra del estigma, así como la adopción de técnicas vanguardistas para la detección y el abordaje de este trastorno.
 
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA, Miguel Cote, médico psiquiatra con maestría en Psicología, docente de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia y Coordinador de Salud Mental del Hospital Universitario Nacional, ha explicado que “al ser crónica, progresiva e irreversible, la enfermedad provoca que la persona pierda muchas de sus habilidades y destrezas, evitándo que el paciente pueda llevar una vida normal”.
 
“Los síntomas de la esquizofrenia deterioran típicamente la capacidad de realizar funciones cognitivas y motoras complejas y difíciles; por lo tanto, los síntomas a menudo crean una clara interferencia con el desempeño laboral, las relaciones sociales y el cuidado de sí mismo”, ha indicado Cote.
 
Para el coordinador, pese a que no exista una prueba para el diagnóstico definitivo de la esquizofrenia, “este se basa en la evaluación exhaustiva de los antecedentes, los signos y los síntomas, así como en la información suministrada por los familiares o las personas cercanas la paciente”.
 
Cote también ha indicado que, “las personas que sufren de este trastorno suelen tener problemas para planificar y ceñirse a las actividades, hablar con voz apagada, mostrar una expresión facial limitada, evitar la interacción social, presentar un notorio descuido personal, o interactuar de manera socialmente incómoda”.
 
De igual forma, el docente de la UNAL ha señalado que, dentro de los síntomas que pueden presentar están las alucinaciones y el desorden del pensamiento, “que pueden responder mejor al tratamiento antipsicótico”, y agregó que, “el tratamiento en general es largo y debe estar supervisado permanentemente por el médico especialista”.
 
Panorama nacional e internacional de la esquizofrenia
 
Cabe mencionar que, la esquizofrenia es una enfermedad mental crónica, irreversible y progresiva que genera discapacidad y se caracterizada por la psicosis, que es la pérdida del sentido de realidad; la presencia de alucinaciones (ver o escuchar cosas que no existen), delirios, desorganización del pensamiento, y por el deterioro del funcionamiento social y laboral.
 
Para el caso de Colombia, el Sistema Integrado de Información de la Protección Social (SISPRO), ha reportado que 17.795 personas fueron atendidas en el país con esquizofrenia en lo que va del 2023, trastornos esquizotípicos y trastornos delirantes, lo que llama especialmente la atención en este momento cuando cada vez cobra más importancia la salud mental de la población.
 
“Frente a esa enfermedad es muy importante acudir a ayuda profesional y especializada, y aprender a convivir con la enfermedad, se ha mostrado que los ambientes familiares de apoyo y positivos mejoran los resultados de los pacientes con esquizofrenia”, ha expresado Cote.
 
Por último, el especialista ha sido enfático en manifestar que, “los ambientes familiares con niveles altos de crítica han evidenciado resultados más deficientes a la hora de convivir con la enfermedad. Se presentan recaídas más frecuentes e incluso con algunas complicaciones como la depresión, las conductas suicidas y los trastornos de ansiedad, entre otras”.
 
El dato
 
Según ha precisado la Organización Mundial de la Salud (OMS) la esquizofrenia afecta a aproximadamente 24 millones de personas, es decir, a 1 de cada 300 personas (0,32 por ciento). En los adultos, la tasa es de 1 de cada 222 personas (0,45 por ciento).
 
La esquizofrenia no es tan común como muchos otros trastornos mentales, pero lo más frecuente es que aparezca al final de la adolescencia o entre los 20 y los 30 años, y en los hombres suele manifestarse antes que entre las mujeres.
 
 
 

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