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Salud Pública
MENDICIDAD E INCERTIDUMBRE
Estudio de la UNAL evidencia que la huella del desplazamiento en emberás exige atención en Salud mental
La investigación recalca que en Bogotá no existen intervenciones en Salud mental culturalmente apropiadas para la comunidad indígena
Lunes, 12 de diciembre de 2022, a las 13:02

Bogotá es la principal ciudad de reubicación de la comunidad emberá.


Redacción. Bogotá
En Colombia la atención en Salud mental ha retomado fuerza para su abordaje, no obstante, un estudio realizado en la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) ha evidenciado que, de un total de 65 indígenas emberá desplazados que viven en Bogotá, 11 no reconocen ni saben el significado de Salud mental; 6 sí lo conocen, y 48 lo asocian con “sentirse bien” y con “tranquilidad en el territorio”.
 
Según ha recalcado la institución, desde hace años el conflicto armado viene expulsando a los emberá de sus territorios; convertidos en desplazados. De ese modo, estas comunidades han llegado hasta ciudades como Bogotá, donde enfrentan, hambre, rechazo, mendicidad e incertidumbre al estar en un territorio desconocido.
 
Por su parte, la psicóloga Luisa Fernanda Ruiz Eslava, doctora en Salud Pública de la UNAL, ha explicado que esta investigación se lleva a cabo para entender las relaciones entre el conflicto armado y la Salud mental de este pueblo indígena.
 
“En la ciudad no existen intervenciones en salud mental culturalmente apropiadas y coherentes con las necesidades de la comunidad indígena emberá […] proteger, promover y restaurar la salud mental de esta comunidad debe ser una preocupación de Salud pública”, ha manifestado la especialista.
 
El análisis se ha efectuado a través de encuestas y entrevistas donde se desarrollaban encuentros con la comunidad para comprender sus perspectivas. La investigadora realizó un análisis cualitativo de narrativas como “para mí es estar bien”, “es sentirse bien, poder trabajar y no estar en conflicto”, “manejar la tierra, alimentarse bien, cuidarse”, que son percepciones de las personas en torno a la Salud mental.
 
Sobre los resultados del estudio

De acuerdo con Ruíz Eslava, los resultados han arrojado un panorama crítico con esta población. En primera instancia los emberá, al considerar que la Salud mental es “vivir bien” y “estar bien”, implica una armonía en el contexto en que se desarrolla su vida cotidiana. Sin embargo, la inequidad y exclusión que sufren han hecho que su Salud mental se vea afectada.
 
Por otro lado, el estudio ha identificado que la Salud mental de la comunidad también está relacionada con sus necesidades básicas. “Dentro de las narrativas que encontramos, para ellos salud mental también es comer, que los niños vayan al colegio, tener acceso a Salud, vivir en su territorio y tener trabajo”, ha indicado. Ruíz.
 
De igual forma, en las entrevistas se ha evidenciado que el concepto de Salud mental lo relacionan con el buen trato o tratar bien. “En cuanto al conflicto, se destacan categorías como reencuentro, trabajar libremente y sin amenazas, y un nuevo aspecto es el de recibir apoyo o ayuda, y esto aún sigue sin darse por parte del Estado”, ha agregado la doctora en Salud pública.
 
Con respecto a las tres preguntas principales que guiaron el desarrollo del tema fueron: “¿En qué piensa cuando escucha la palabra salud mental?, nombre las primeras palabras que se le ocurran”, “Para usted, ¿cuáles son las cosas más importantes que deben tener las personas para sentirse bien, contentos, tranquilos y mentalmente saludables” y, por último, “En una frase, ¿qué es para usted Salud mental”.
 
Sobre los métodos y las conclusiones del estudio
 
Según ha precisado la especialista, el análisis se ha hecho con una categorización de las palabras que más resaltaban en las narrativas de los emberá que participaron en el ejercicio. “En la categorización se encontraron palabras clave como familia y territorio, pero también emociones como tristeza, o lo que la población llama ‘aburrimiento’, y otro factor fue el encierro”, ha indicado.
 
De igual forma, en el análisis se han empleado otras estrategias para estudiar la información obtenida de las narrativas. Una de las herramientas empleadas ha sido el software NVivo, el cual sirvió para organizarla y encontrar interpretaciones no encontradas antes en el ejercicio.
 
La UNAL ha asegurado que, el estudio ejecutado por Ruiz contribuye a la formulación y planeación de futuras intervenciones apropiadas que beneficien a la población emberá, que durante décadas ha sido víctima del conflicto.
 
“Entre las consecuencias más atroces de la guerra se encuentra la pérdida y la transformación de su cultura. Es necesario implementar estrategias que permitan fortalecer el acceso a Salud, la identidad cultural, la educación tradicional, la gestión comunitaria participativa, las redes de apoyo, los factores solidarios y la memoria colectiva”, ha concluido la investigadora.

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