Edición Médica

En el servicio de urgencias había sobreocupación de camillas y de sillas.

Redacción. Bogotá
Una inspección realizada por la Personería de Bogotá en diez hospitales públicos de la capital evidenció graves deficiencias en la atención médica, infraestructura y gestión operativa, que comprometen la calidad del servicio en las cuatro subredes hospitalarias: Sur, Sur Occidente, Centro Oriente y Norte.
 
Los hospitales evaluados fueron: Kennedy, Nuevo Bosa, La Victoria, Meissen, Santa Clara, San Blas, El Tunal, Engativá, Suba y Simón Bolívar. La visita por parte de 150 servidores y funcionarios de la Secretaría Distrital de Salud ha identificado fallos estructurales que afectan los servicios de consulta externa, urgencias, cirugía y farmacia.
 
El informe también ha señalado que el 11,5 por ciento del personal médico especialista asignado a consulta externa no estaba presente durante la inspección, y que solo el 73 por ciento de los consultorios habilitados se encontraban en funcionamiento. Además, el 83 por ciento de los especialistas están vinculados mediante contratos por prestación de servicios, lo que refleja una alta inestabilidad laboral en la red hospitalaria.
 
El 64 por ciento de los pacientes entrevistados reportaron demoras en la asignación de citas con especialistas, junto a cancelaciones sin reprogramación y fallas en el sistema de agendamiento, especialmente en Oftalmología, Neurocirugía y Otorrinolaringología.
 
En el aspecto quirúrgico, la Personería ha identificado que dos de seis salas de cirugía estaban fuera de servicio en el Hospital El Tunal, mientras que San Blas operaba con solo una de las dos disponibles. En Simón Bolívar y Nuevo Bosa, se reportó insuficiencia de equipos y personal, afectando tanto las cirugías programadas como las de urgencia.
 
Adicional a ello, el informe ha resaltado que solo cuatro hospitales cumplieron con los tiempos estándar para pacientes triage II (30 minutos). La ocupación promedio de camillas fue del 149,7 y en sillas del 113,9 por ciento, con hospitales como El Tunal superando el 440 por ciento de sobreocupación. Se observaron pacientes en pasillos y pisos, especialmente en el Hospital Simón Bolívar, y deficiencias en atención pediátrica en Engativá.
 
Desabastecimiento de medicamentos esenciales
 
En el área de farmacia, el 57 por ciento de los medicamentos revisados estaban desabastecidos. Ocho hospitales carecían de al menos uno de los medicamentos priorizados: amoxicilina, clobazam, insulina y salbutamol. Entre los hallazgos más graves:
   
El desabastecimiento se ha atribuido a errores de digitación, falta de actualización de inventarios y devoluciones no registradas. También se detectaron medicamentos vencidos, como 1.800 lancetas en Kennedy.
 
Finalmente, se identificaron problemas en infraestructura y seguridad: en el Hospital El Tunal, los extintores estaban vencidos, y en otros centros se reportaron fallas locativas sin resolver.
 
El informe puesto en evidencia la grave presión que enfrentan los hospitales públicos de Bogotá, afectando no solo la atención clínica, sino también la seguridad, dignidad y bienestar de los pacientes y el personal sanitario.
 
Por último, la Personería ha solicitado a las autoridades del Distrito tomar medidas inmediatas para subsanar las deficiencias, garantizar el acceso efectivo a servicios esenciales y proteger la Salud del talento humano, cuya alta tercerización y sobrecarga siguen siendo puntos críticos.

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